Hay momentos perfectos para una sesión de pareja. A menudo nos enamoramos de lugares espectaculares de por sí, por ejemplo en la montaña, en la playa o incluso en la ciudad. Sin embargo, muchas veces no nos fijamos en la magia de lo cotidiano, en los momentos tan románticos, divertidos o tiernos que vivimos en nuestra propia casa.
En esta ocasión, Nuria y Jimmy me abrieron las puertas de su casa para captar esos instantes de un sábado por la mañana. Descubrí que no solo ellos son puro amor, sino que además cada rincón de su entorno rebosa cariño y creatividad.
Una magnífica mañana que hoy os muestro en forma de fotos. Y vosotros, ¿os animáis a hacer eternos esos momentos cotidianos?